En la lucha contra el cáncer se han ganado bastantes batallas científica y socialmente.

Lo triste es que en esta lucha también haya cuestiones de raza, no por cuestiones genéticas, ni siquiera de ranking de mundos.

Un ejemplo que podríamos extrapolar a mil sitios, mil enfermedades, y mil problemas:

El caso de Estados Unidos, la comunidad hispana y el cáncer.

En EEUU la comunidad hispana destaca en las estadísticas del cáncer:

“muchos no están asegurados, no hablan el idioma inglés […] hay temor de ir al médico porque tienen algún estatus inmigratorio que sea ilegal, y creen que esa es razón para que sean perseguidos o enviados de vuelta a su país.” (Buscan crear conciencia sobre cáncer en minorías – El Diario La Prensa NY)

No tienen el mismo acceso a la sanidad, a la información y por tanto la prevención y el diagnóstico temprano merman la posibilidad de detección y cura.

Esta semana, que en muchos países es Santa, la Sociedad Americana del Cáncer (ACS), trabaja con la Oficina de Salud de las Minorías de EE.UU en la “Semana Nacional para crear Conciencia sobre el Cáncer en las Minorías”.