Sin dinero no hay residencia

El siguiente texto es un relato de una persona que conozco en una situación desesperada.

No tiene nada que ver con el cáncer pero es una situación que me avergüenza como parte de la sociedad española encorsetada por leyes discriminatorias creadas por y para los que más poder ostentan. Por esos que quieren salvaguardar el territorio español de inmigrantes y refugiados, por esos que salvaguardan sus fortunas en países extranjeros, por esos…

Sin dinero no hay residencia

Llegué a España junto con la crisis… la mala suerte siempre me ha acompañado (junto con la buena, claro).

No llegué a España por razones económicas, en México justo terminé mi carrera universitaria y era profesor en el centro de nuevas tecnologías de mi universidad, y justo me habían ofrecido la planta para quedarme con los cursos de Flash (ah qué tiempos en que Flash no era odiado). Vine porque mi pareja es nacida en España.

Desde un principio, como inmigrante, la sospecha siempre ha ido de la mano en todos los trámites que he realizado: cuando me casé, me entrevistaron dos veces, a solas, sobre cómo conocí a mi esposa, preguntaron a familiares de mi esposa, y tuve que presentar documentos que acreditaran que no me casaba por conveniencia.

Luego de un año de papelerías y demás, al fin me dieron permiso de casarme y me dieron el ansiado NIE. Tenía validez por cinco años y estaba ligado a mi esposa, si me divorciaba, adiós permiso. Lógico, mi permiso es para estar con ella.

El problema vino con las reformas que hizo el gobierno de Mariano Rajoy en materia de extranjería, no limitándose a la retirada de la seguridad social a miles de inmigrantes, sino endureciendo los requisitos, siendo éstos, solamente económicos.

Como la mayoría, he sido víctima del desempleo, más aún cuando el Gobierno no admite mis estudios, que son de licenciatura y dos diplomados, a ojos de España, soy un analsfabeto sin la ESO siquiera. Trabajé dos años, aunque misteriosamente mi hoja laboral dice que solo 13 meses.

Ahora al renovar mi NIE, me enfrento a un rechazo y ahora mi situación irregular porque se me ha denegado el permiso de residencia. Si para acceder por primera vez, solamente comprobaron que mi matrimonio fuese auténtico y sincero, ahora me piden muchas más cosas.

Se me exigen éstas cosas

Demostrar que no he salido de España

Comprobar que no he salido del país los últimos tres años. No basta mi pasaporte sin sellos, debo presentar mes por mes mi residencia, pero no vale cualquier cosa, deben ser cosa del gobierno.

Solo bastan documentos gubernamentales, como certificados de Correos, recetas médicas… complicado porque son tres años, no voy al médico ni a Correos cada mes y el resto de trámites no hay comprobantes, y no guardo todo.

Un seguro privado

Se me exige tener un seguro privado. Tengo cobertura en la seguridad social, pero sin tarjeta, porque en mi expediente sale la leyenda ‘No imprimir tarjeta’. Así que como no vale, me exigen contratar un seguro privado con al menos un año de vigencia aparte del vigente.

Trabajo o dinero

Se me exige haber trabajado 9 meses por cada año de residencia en España, es decir, 45 meses, y que mi pareja también lo haya tenido. Imposible, tengo 13 solamente.

Así que se me exige trabajo… corrijo, se le exige a mi pareja que tenga empleo, si yo lo consigo, es un punto a favor, pero es que, mi permiso depende de mi pareja, por lo que si ella no consigue empleo, aunque yo sí lo tenga, pues de acuerdo.

¿Cómo se corrige el problema? Pues demostrando que tengo dinero, en concreto me piden 7.500€ como mínimo, 10.000€ como máximo, que garantice que tengo para, ojo, no ser una carga para el Estado Español en un año.

No vale que me presten el dinero, debo haberlo ahorrado.

¿Cuál es mi situación ahora?

Ni siquiera el señor de la Oficina de Extranjería sabe decirme, solamente sé tengo un mes para entregar la documentación, y que ahora mismo estoy en situación irregular. No puedo hacer trámites, ni contratos, tampoco puedo obtener trabajo, aunque me piden uno para mi permiso.

Todo esto es con la excusa de que los extranjeros debemos demostrar que no somos una carga, en el presente ni en el futuro, de que somos una carga para el Estado. Se me exige más ahora, luego de casi ocho años en España, que cuando pise por primera vez éste País.

¿Me pueden expulsar? La Guardia Civil me ha dicho que en teoría sí, por la situación irregular, pero estoy casado y eso es un arraigo social que impide la expulsión.

¿Qué pasará conmigo? No sé, para el gobierno actual, España es un país para ricos.

Esta entrada fue publicada en caillou y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *