Mañana por la noche hará un año del parto de esta vuestra web, La Leyenda de Caillou.

Todo empezó el domingo 12 de diciembre de 2010 cuando con la maquinilla prestada de mi hermano quise empatizar con mi tía Mari y los efectos de su quimio.

Sin pretenderlo tenía un sitio web sobre el cáncer, creado por un intruso y con mucho miedo a herir cualquier sensibilidad.

Desde entonces no he hecho más que aprender de toda la gente que he conocido por el camino. He descubierto nuevos usos de las redes sociales, he hecho verdaderas amistades virtuales pero sobre todo he recibido lecciones tras lecciones.

Un año en el que he recibido mucho cuando realmente quería daros.

Para colmo he recibido un regalo para el que no tengo palabras de agradecimiento. Y como todo buen regalo no he podido esperar para abrirlo y compartirlo.

Me han regalado sonrisas.

Os quiero.